Ambiente al más puro estilo NBA el vivido hoy en el
‘nuevo’ Fernando Buena Arena, con 15.504 almas empujando a su
equipo en cada jugada, en cada instante, en cada segundo... para aupar
al Caja Laboral una vez más, a una importantísima victoria que les
coloca a un solo partido del Madrid pero con basket-average perdido. Los
de Ivanovic sabían de la importancia del choque e impusieron en todo
momento una asfixiante defensa que por momentos ahogó a un Madrid
carente de recursos ofensivos en su línea exterior, ante la ausencia de su
‘killer’, Jaycee Carroll, al que una pancreatitis aguda le hizo perderse el
choque.
Pero no solo fue la asfixiante defensa la clave del partido para Baskonia,
que dejó en 66 puntos al equipo más anotador de la liga con 82,11 puntos de
media. Hubo más claves, como por ejemplo el ‘Espíritu Baskonista’,
ese espíritu del que está impregnado el club que preside Querejeta que le
hace competir en cualquier situación y ante cualquier rival, y que con la llegada
de Nocioni, se ha visto elevado a su máximo exponente. El ‘Chapu’
por el que siento una gran debilidad (para que ocultarlo), cuajó una gran
actuación con 12 puntos y 8 rebotes, pero quizás su mayor aportación
como decía fue en intangibles. Otros factores determinantes (antes del
falló in extremis de Llull), fueron el mal porcentaje desde la línea del
4,60 para los de Laso (60% - 8/13), aunque Baskonia tampoco fue más allá en
ese apartado con un 70%, y el 14/40 en T2 con el que los madridistas
acabaron el partido.
El partido comenzó con un triple de Mirotic en el primer ataque del
Madrid y luego se le hizo de noche, así de simple. Gracias a la gran
defensa planteada por Ivanovic con una presión extenuante sobre las líneas de
pase blanca, los jugadores de Laso no vieron el aro hasta que restaban 2:14
para llegar al final de primer cuarto, y fue desde la línea del 4,60.
Esa gran defensa desplegada por Caja Laboral, donde Lampe dio
un autentico clinic de cómo hacer las ayudas –podrían tomar
ejemplo de ello nuestros pívots-, los locales consiguieron un parcial de
11-0, que dejaba el marcador en 11-3. Y no solo eso, es que Ivanovic
le dio a probar a Laso su propia medicina, poniendo en pista a
sus dos aleros, Nocioni y Bjelica, ante los que Pocius y Suárez no
podían hacer nada.
Por si no fuera poco, otra estrategia del entrenador baskonista fue que Lampe
(10 puntos y 5 rebotes) jugará lo más alejado del aro posible, a
sabiendas de los pívots merengues se quedan siempre hundidos ante tales
circunstancias. El polaco no decepcionó para nada a su coach y enchufó
un par de triples que llevaban directamente a Begic al banquillo. Su
sustituto, Tomic, apenas se hizo notar sobre el Fernando Buena Arena, ya
que en dos minutos de juego cometió dos faltas personales, con lo cual,
de nuevo al banquillo.
El Madrid naufragaba tanto durante ese primer cuarto, que no
llegó a aprovechar las dos faltas personales del timón baskonista, Prigioni,
a falta de 4:07. Para más ‘inri’, entró en pista Felipe Reyes, para el
cual si se empezaron a jugar balones al poste. Decía ‘inri’, porque no
llego a entender aún que para Felipe si se hagan jugadas al poste y para
nuestras dos torres no, ¿?... Final del primer cuarto con 14-7, SI, solo
7 puntos anotados.
Durante el transcurso del segundo cuarto, el Madrid
empezó a circular el balón con más fluidez, ‘extra pass’, en
lugar de abusar del bote como habían hecho durante los diez primeros
minutos. Con ese ‘simple’ cambio en el juego, los hombres de Laso fueron entrando
poco a poco en la dinámica del partido de la mano de Sergio Llull (16
puntos), y aunque estaban lejos en el marcador (24-15), se empezaba a
atisbar un rayo de esperanza. Como dato, a falta de 4:56 para enfilar el túnel
de vestuarios la valoración era de 28-1 para Baskonia.
Y es que aún habiendo mejorado algo su juego, el Madrid
al descanso seguía lejos merced a que permitió tres 2+1. Y es que
alguno de ellos se los podría haber ahorrado o no haber permitido (34-26).
Tras la reanudación Laso volvió a su idea de toda
la temporada poniendo en pista a Singler y Suárez, y buen seguro
que la ‘receta’ funcionó. Con sus dos aleros en pista, el Madrid siguió
abusando del ‘extra pass’, en el que Llull era el bastión del equipo y
que por momentos recordó a la versión de Barcelona (37-35).
Como se dice en el argot “las remontadas no se culminan
hasta que uno no se pone por delante”, y el Madrid hizo bueno el dicho
consiguiendo un parcial de 5-15 que le ponía uno arriba (42-43). La reacción
de Ivanovic no se hizo esperar y tras un tiempo muerto, su equipo le dio la
vuelta al marcador (46-43). Fueron momentos donde los madridistas se
obcecaron con la misma jugada en tres ocasiones, dándole el balón al
‘Chimpa’ al poste para que perdiera la bola las tres veces tras
sendos dos contra uno (50-50).
El último cuarto fue de autentico infarto con
ventajas para Baskonia y una efímera y mínima para el Madrid. Prigioni
desaparecido hasta entonces, vio la luz cuando a Laso se le ocurrió la idea de
emparejarlo con el Chacho. Y es que el argentino sigue siendo el
más listo de la clase y se desaprovechó la oportunidad para poner el 61-54.
Hubo momentos de ese emparejamiento que me llegué a preguntar quien es el que
tenía 34 años.
A partir de ahí el Madrid tenía que hacer un grandísimo
esfuerzo para recuperarse, y llegó a conseguirlo cuando Mirotic (11 puntos)
anotó dos tiros libres (63-63). Pero ahí se le apagaron algunas ideas
al Madrid y a Llull que hasta entonces había estado sobresaliente, pero que
falló dos ataques casi consecutivos que daban algo de vidilla al Caja
Laboral para que Oleson anotara (65-63). En la siguiente jugada Singler (11
puntos), anotó un triple que hacía enmudecer al Buena Arena (65-66)... No
pasaba nada, acto seguido apareció el ‘guerrero’ Nocioni para dar una
ventaja mínima que a la postre sería definitiva (67-66).
Y fue definitiva porque a falta de poco más de veinte
segundos, Llull se jugó la penúltima bola del partido pero falló en su entrada.
El balón seguía siendo para el Madrid con tan solo ocho décimas. Laso
solicitó tiempo muerto y elaboró una jugada en la que Llull tenía que anotar un
‘alley oop’... la jugada salió a la perfección pero de nuevo Llull volvió a
fallar... ¡¡¡Jugada bien elaborada desde el banquillo y mala suerte en la
ejecución final, así es el deporte!!!
No me gustaría terminar, sin pronunciarme con respecto a
Llull. Es curioso como un jugador pasa de héroe a villano en cuestión de
segundos o minutos... Mala memoria al parecer tenemos, ese jugador hasta
entonces nos había dado la vida en el partido, sin su aportación el choque se
habría acabado mucho antes.
67
- Caja Laboral (14+20+14+19): Prigioni (6),
Nocioni (12), N. Bjelica (10), Teletovic (8), Lampe (10)-cinco inicial-, Ribas,
Heurtel (5), Oleson (8) y M. Bjelica (8).
66 - Real Madrid (7+19+24+16): Llull (16), Pocius (6), Suárez (3), Mirotic (11), Begic (6) -cinco inicial-, Reyes (5), Rodríguez (3), Tomic, Singler (11) y Velickovic (5).
66 - Real Madrid (7+19+24+16): Llull (16), Pocius (6), Suárez (3), Mirotic (11), Begic (6) -cinco inicial-, Reyes (5), Rodríguez (3), Tomic, Singler (11) y Velickovic (5).
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